domingo, 16 de octubre de 2011

Día Internacional del Voluntariado (DIV)

En 1985 la Asamblea General de las Naciones Unidas decretó el 5 de diciembre como Día Internacional del Voluntariado (DIV) para el Desarrollo Económico y Social. Posteriormente, otras propuestas relacionadas han ido aumentando el interés y la participación respecto al tema. En 1997, por ejemplo, se designó el 2001 como Año Internacional de los Voluntarios (AIV), una iniciativa que fue aprobada por 123 países. El número de países que se unen a la celebración del DIV aumenta año tras año, mientras que en 1996 fueron 69, en 2003 la cifra aumentó hasta 125.


Participar en la celebración del día del voluntariado es una iniciativa personal que permite reconocer la labor de todas aquellas personas que contribuyen de forma voluntaria y altruista en la mejora de su entorno. Para crear esta conciencia solidaria es importante encontrar la capacidad de acción y transformación que, individual y en conjunto, todos podemos ejercer.

Con motivo del 10º aniversario de la designación del Año Internacional del Voluntariado y para empujar y apoyar a aquellas personas que quieran poner su granito de arena, podemos proponer 5 pasos sencillos que ayudarán a concretar esta decisión puesto que muchos ciudadanos quieren colaborar pero no saben cómo:
  1. PIENSA en tus motivos, en tus razones para hacerte voluntario.
  2. MIRA a tu alrededor ¿Qué necesidades y problemas existen en tu entorno?.
  3. VALORA tu disponibilidad, tus capacidades, tus intereses.
  4. TOMA CONTACTO con organizaciones de voluntariado de tu entorno.
  5. PARTICIPA en tu grupo de voluntarios o en tu organización.


En nuestro caso, la motivación principal de Roots&Shoots Madrid es la concienciación de la gente en temas medioambientales. De tal forma que intentamos explicar mediante talleres en colegios y hospitales, charlas, ecosafaris, la gran influencia que nuestra forma de vida tiene tanto en el equilibrio de los ecosistemas como en el desarrollo de sociedades de terceros países, y de qué formas todos y cada uno de nosotros, desde los más pequeños de la casa hasta los más mayores, podemos reducir esa influencia y a la vez concienciar a otras personas cercanas de lo mismo, creando así una gran cadena en favor del desarrollo sostenible.


Además damos a conocer en nuestras actividades realidades que muchas veces no salen a la luz por distintas causas. Un ejemplo de estas realidades es la explotación laboral de jóvenes africanos en minas, dónde se extraen entre otros, minerales necesarios para la fabricación de productos de nuevas tecnologías que utilizamos a diario y que creemos imprescindibles, desde los teléfonos móviles, pasando por las videoconsolas, portátiles…

Con esto intentamos como objetivo final hacer ver que nosotros mismos desde nuestro propio país, donde nos creemos lejos de estas injusticias contra la juventud, la sociedad y el ecosistema, podemos mediante un consumo responsable reducir la demanda y poco a poco por qué no también remover la conciencia de grandes empresas y gobiernos.

Así que como dice Jane Goodall: “No importa lo pequeña que sea nuestra aportación, juntos marcamos una gran diferencia”.

jueves, 13 de octubre de 2011

El paseo por el Parque Quinta de los Molinos


El día 24 de Septiembre de 2011 al mediodía parte del grupo Roots and Shoots Madrid nos reunimos en la entrada de la calle Alcalá del Parque Quinta de los Molinos (metro Suanzes) con un grupo numeroso de alumnos del Centro Ocupacional Juan de Austria y sus responsables. Comenzamos presentándonos y conociendo sus nombres. El Parque Quinta de los Molinos se encuentra en el Barrio de Salvador en el Distrito de San Blas y es considerado un jardín histórico artístico así como un bien de interés cultural. ¡Por estas razones decidimos ir a este parque! El parque debe su nombre a dos molinos de viento traídos desde Estados Unidos en 1920, que servían para extraer agua de regadío para el parque. El agua empleada para regar la finca procedía al principio de pozos y manantiales descubiertos durante el proceso de formación de la Quinta, lo que dio lugar a la construcción de albercas y balsas para almacenar y distribuir y de fuentes que alimentaban las albercas y al mismo tiempo decoraban. De este modo, se fue creando un complejo sistema de circulación de agua en la parte norte de la Quinta. Cuando fueron adquiridas las parcelas situadas al sur del Arroyo de los Trancos, en los años 20, se elevó un puente sobre el arroyo y sendas tapias a ambos lados del camino, ya que constituía una servidumbre de paso. Estas tapias diferenciaban el ambiente frondoso y sombrío de la cabecera del arroyo y el resto de la Quinta, llena de almendros. El agua hoy en día sólo se conserva en un lago.


Fuimos paseando por un camino pavimentado que corresponde con la calle Juan Ignacio de Luca de Tena bordeado por grandes plátanos, que como bien sabéis son árboles que aunque se llaman de esta manera no dan ningún plátano. Los alumnos estaban casi todos ennoviados y andaban dados de la mano con su pareja y pocas veces cortaban ese lazo. Lo que más me gustó del grupo es que no cesaban de ayudarse los unos a los otros. Cuando llevábamos un rato disfrutando de este paseo haciendo toma de contacto con nuestros nuevos amigos y la naturaleza decidimos hacer una parada, sentándonos en unos bancos, donde se podían observar detrás de los plátanos unos olivos, con esos troncos retorcidos, gruesos y cortos y unos almendros. Aprovechamos estas vistas para que descubrieran las diferencias entre las hojas de estos árboles (hojas largas, estrechas, puntiagudas y verdes del almendro y hojas más cortas, con ápice puntiagudo y entre verde oscuro y gris las del olivo), de sus frutos, los fines de éstos (aceites). Les mostramos las hojas y cortezas de diferentes árboles, aceitunas verdes, cáscaras de almendras. También comentamos con ellos que el olivo es el símbolo de la paz y que la imagen de la paloma con la rama de olivo proviene de la paloma que soltó Noé desde el arca y que volvió con la ramita anunciándole la desaparición de las aguas. Y haciendo conexión con esta anécdota, como una de las aves que se consiguió ver fue la paloma, les explicamos las diferencias entre una pluma remera y el plumón pequeño y suave que encontramos en el camino, y sus sendas funciones para volar y para mantener el calor. Después de este descanso continuamos con la marcha, atravesamos un pequeño túnel, en el que pudimos escuchar nuestro eco y llegamos al lago, el cual tiene una fuente y en ese momento pudimos observar una pareja de Ánade Real y les explicamos las diferencias de colores, que el macho tiene la cabeza verde azulada, pico amarillo, pecho castaño, un collar blanco, cuerpo gris y popa negra, mientras que la hembra no es tan llamativa sino simplemente parda. Ambos tienen el espejuelo azul y blanco. La fotografía era idílica y romántica y los alumnos lo detectaron enseguida y fue enternecedor ver a cada uno con su pareja haciéndose muestras de cariño. Y ahí fue cuando uno de los participantes nos dijo que echaba mucho de menos a su novia Gloria, que no pudo asistir a la actividad, pero con un abrazo se hizo todo más soportable. A continuación vimos dos estanques gemelos, que estaban vacíos y el viejo invernadero, que hoy no es más que una habitación aireada de hierro blanco. En este punto les hicimos participar a los alumnos para que nos contaran lo que le faltaba a esa estructura y para qué servía. El siguiente descanso fue frente a uno de los molinos, en los alrededores de la Casa del Reloj, donde se distribuyen parcelas escalonadas de huertas y de producción de flores y otras a jardín ornamental, rodeadas por muretes y escaleras.


Aquí, mientras saborearon un refresco, se habló de los molinos, de su función y funcionamiento y se les relató la siguiente historia del parque: Antiguamente Madrid era una pequeña villa alejada de esta gran huerta que hoy, sin embargo, ha quedado atrapada en la gran ciudad. Era una antigua extensión de cultivos en una zona donde también pasaron ratos de ocio los miembros de la familia real en el siglo XVIII. Este jardín fue propiedad del Conde de Torre Arias, quien mandó construir a principios del siglo XX un palacete de color terrizo en el extremo norte del parque, el cual se propuso para una futura oficina olímpica. En 1920 el conde regaló el jardín al arquitecto alicantino César Cort Botí, profesor de urbanismo en la escuela de Arquitectura, así como concejal del Ayuntamiento de Madrid. El núcleo originario de la finca fue el entorno del palacete y la zona situada al norte del camino de trancas. El resto de la finca es el resultado de varias adquisiciones que realizó César Cort, el cual quiso recrear un jardín de aspecto parecido a su lugar de origen, es decir, una finca agrícola del litoral mediterráneo. Llegado a este punto se les preguntó si creían que César Cort había conseguido su sueño, que qué era característico del litoral mediterráneo. Las respuestas eran: los almendros, pinos, olivos y los dos molinos. Continuando la historia: en 1978 murió César Cort y el parque quedó semiabandonado hasta que en 1982 los herederos llegaron a un acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid en el cual las tres cuartas partes del terreno pasaron a ser patrimonio del ayuntamiento a cambio de los permisos para edificar en la parte norte de la finca. Les descubrimos la Casa del Reloj, donde veraneaban los propietarios de la finca y que acabó siendo vivienda habitual de César Cort.


Después se impartieron clases de jardinería por el área de Medio Ambiente. Nos levantamos y andamos hacia la rosaleda, que era el fin del recorrido de ida del parque. En el camino les enseñamos el depósito de presión, que es donde el molino llevaba antes el agua para dar servicio a las casas de la finca. Nos sentamos en las escaleras entre dicho depósito de presión y la rosaleda y les mostramos vídeos y el material que el Profesor Shoots nos trae desde los lugares más recónditos del planeta, el huevo de avestruz, el pelo del bisonte, las plumas de loros, del pavo real, el cráneo de un jabalí, el esqueleto de la tortuga…, todo acompañado con imágenes en el ordenador e interactuando con ellos en todo lo posible. Después de toda esta información tuvimos la suerte de que un participante nos cantara increíblemente bien, a algunos se nos pusieron los pelos de punta. Y luego Pedrito le intentó imitar y fue muy gracioso. A continuación nos dirigimos a la pista de tenis. Yo personalmente nunca hubiera dicho que eso era una pista de tenis, pero una alumna lo supo, respondió rapidísimo y nos quedamos todos perplejos. Durante toda la vuelta a la entrada del parque, Pedrito con su mochila fue en cabeza con una ventaja absoluta. Se habló de los mamíferos en general, de la ardilla común, en cuanto a las aves se habló del gorrión y los loros. Además se observaron pinos, eucaliptos, encinas, árboles frutales, abedules, mimosas, cipreses, enredaderas. Javivi y su novia eran más calladitos, junto con Arancha y su compañera. La que más nos amenizó fue una chica que normalmente no andaba, pero que ese día hizo el camino a nuestro ritmo y sin rechistar, no paraba de hablar de lo que se querían ella y su novio, el jardinero. La próxima visita esperemos que sea en febrero para poder disfrutar de este “Valle del Jerte madrileño” que denominan algunos, cuando los almendros florecen y con nuestros increíbles amigos y muchos más.

martes, 4 de octubre de 2011

Carta desde Ecuador, por Sara Álvarez

Escrita por uno de los miembros de Roots&Shoots Madrid durante su estancia en América del Sur

Uno de los objetivos principales de nuestro grupo, Roots and Shoots Madrid es dar a conocer las problemáticas ambientales que nos rodean y que en muchas ocasiones no podemos ayudar a solucionar por el mero hecho de no encontrarnos en posición de manifestar nuestra protesta. En este caso, nos gustaría informar al mundo sobre un grave problema que nos afecta y que muchos desconocen. Desde nuestro grupo creo que estamos en una posición adecuada para al menos intentar poner un pequeño granito de arena y divulgar noticias que a veces nos parecen lejanas y sin embargo nos afectarán en el futuro.


Actualmente, me encuentro colaborando en una investigación científica en el bosque neotropical del Parque Nacional Yasuní. Gracias a personas como Kelly Swing y Diego Mosquera, director y administrador de la estación científica donde me encuentro (Estación Biodiversidad Tiputini), he podido conocer de cerca este problema y aprender mucho de la situación en la que se encuentra la amazonía ecuatoriana. El parque Nacional de Yasuni, ubicado en la Región amazónica ecuatoriana, forma parte de la Reserva Mundial de Biosfera (UNESCO, 1989), y en sus 9.820 km2 conviven hasta mil especies de plantas y cien mil especies de insectos por hectárea, incluso más al nivel regional, más de 150 especies de anfibios, 120 de reptiles, 630 especies de aves y 200 de mamíferos. Este lugar, ubicado en una de las zonas más biodiversas del planeta, ofrece la posibilidad de encajar la investigación aplicada a la conservación de estas especies en un contexto de desarrollo sostenible donde se busca compatibilizar el fortalecimiento de la economía y el desarrollo de la zona con la educación y conservación ambiental. Sin duda, un lugar fascinante que debemos proteger. Sin embargo, cabe resaltar que uno de los impactos más importantes para este espacio es la extracción de petróleo que lleva realizándose en Yasuní desde hace más de 20 años. Esta actividad supone para la economía ecuatoriana un pilar fundamental desde 1972. En efecto, los hidrocarburos representan el 53% de las exportaciones totales del país y las rentas petroleras han financiado en promedio el 26% de los ingresos del Estado entre 2000 y 2007 (http://yasuni-itt.gob.ec). Pero como era de esperar, esta fuerte dependencia del petróleo, conlleva graves problemas tanto económicos y sociales como ambientales. Estos problemas han conducido a un significativo deterioro ambiental en la Amazonía, con una deforestación que afecta a 198.000 hectáreas por año, con una tasa anual del 1,4%, una de las más altas en América Latina (http://yasuni-itt.gob.ec). Por supuesto, estas reservas de petróleo no son ilimitadas y no permitirán una explotación de más de 30 años, lo que no solo dejaría en una posición vulnerable a la amazonía ecuatoriana sino también a la economía del país. Además, El Parque Nacional Yasuní es también el hogar de uno de los últimos grupos restantes de las personas indígenas no contactados en el planeta. Dos clanes dentro de la nación huaorani, los Tagaere y los Taromenane, han escogido vivir en aislamiento. Según Kelly Swing, esto significa que esencialmente no tienen voz en su propio futuro y que su cultura es muy vulnerable a los intereses externos. Las reservas de petróleo que yacen bajo sus pies representan una tentación irresistible para el desarrollo de la zona donde viven. La perforación de pozos en sus países de origen, sin duda, significará el fin para ellos y su cultura, una trágica pérdida de la diversidad para el conjunto de la humanidad. Por esta razón, el Yasuní se debe dejar intacto a fin de permitir a estos seres humanos el derecho a la autodeterminación.


Por todos estos motivos, surge la iniciativa Yasuní ITT, una propuesta mediante la cual el Estado ecuatoriano se compromete a dejar bajo tierra, de forma indefinida, alrededor de 856 millones de barriles de petróleo en la reserva ecológica del parque Nacional Yasuní. De este modo se conseguiría evitar la emisión a la atmósfera de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono (producido por la quema de esos combustibles fósiles) a cambio de una compensación económica de un valor estimado por el 50% de las utilidades que recibiría por la explotación de esos recursos. La propuesta plantea no solamente la protección del campo ITT, sino también el compromiso de controlar el resto del Parque, en el que efectivamente hay actividad petrolera que viene del pasado y, además, el resguardo efectivo de otras 39 áreas protegidas adicionales que encierran la mayor diversidad biológica del mundo por unidad de superficie. Se incluye también la protección de los territorios indígenas no intervenidos, que alcanzan un 19% adicional del territorio nacional (Ministerio de Ambiente, Ministerio de Relaciones Exteriores, redacción ANDES /AR). Así mismo, esta iniciativa busca poner freno a la explotación petrolera en la Amazonía Ecuatoriana con el apoyo de empresas, organizaciones y gobiernos de países amigos, pero también con las contribuciones de los ciudadanos de todo el planeta. En este último lugar, pero no menos importante, nuestra participación juega un papel clave para preservar un espacio que alberga una gran diversidad y que necesita nuestro apoyo para poder sobrevivir.


Para más información, se puede visitar la pagina de Facebook de la estación de Biodiversidad Tiputini o ver el siguiente video:


¡Empezamos la nueva temporada de talleres en hospitales!

Con el nuevo curso todo son promesas, nuevos planes e ideas que llevar a cabo. En Roots&Shoots Madrid queremos continuar realizando una de las actividades que más nos reconforta: los talleres de hospitales. Para este año seguiremos visitando a los más pequeños en el Doce de Octubre, Ramón y Cajal y La Paz. La carrera comienza el próximo 19 de Octubre con los niños y niñas del Hospital Doce de Octubre y esta nueva temporada trae novedades. Llevamos varios años visitando a los peques en hospitales y hay que renovarse.

En primer lugar, hemos creado un taller de huellas. Los más pequeños oirán una historia mientras mantienen los ojos cerrados. Una historia que les llevará por el bosque hacia una cueva. Cuando salgan de ella se encontrarán todo embarrado y con huellas. Cada uno deberá identificar la huella que le ha tocado a partir de una presentación en la que verán distintas especies y sus rastros. Serán huellas de conejo, lince ciervo o jabalí, entre otros. A continuación sobre plastilina marrón los niños y niñas harán su huella como quieran y la pegarán sobre una lámina de papel o cartón.

Además los niños y niñas que asistan a estos talleres recibirán un regalo en forma de nariz verde de payaso. Estas narices vendrán con mensajes dentro para que los peques se queden con una lección aprendida sobre medio ambiente.

Por supuesto que, en estos talleres seguiremos enseñando el material que el profesor Roots ha recogido a lo largo de todos sus viajes y que tanto gusta a los peques. Y lo más importante, seguirán aprendiendo como es nuestro planeta y qué pueden hacer para salvarlo.