miércoles, 16 de abril de 2014

“INFANCIAS ROBADAS”

Hoy, 16 de Abril, es el día Internacional contra la explotación infantil, un problema que afecta a más de 168 millones de niños en todo el mundo. A veces al hablar de estas cosas, aunque a todos nos preocupan y nos afectan, pensamos que es un problema que solamente existe al sur de Gibraltar, o en regiones de Sudamérica a mas de 3.000 metros de altitud, o en ciudades de India, o el sudeste asiático donde vemos a miles de niños trabajando, en condiciones infrahumanas y aunque nos da mucha pena, apagamos el televisor y seguimos con lo nuestro. Según la Organización Internacional de Trabajo (OIT), entre las "peores formas" de trabajo infantil figuran la esclavitud, la servidumbre y el trabajo forzoso, a lo que se añade la explotación sexual, que son llagas aún abiertas en todas las regiones del planeta. Pues estos problemas, los tenemos más cerca de lo creemos por dos motivos principales.
El primero, es que actualmente en España, en el año 2014, seguimos con este problema de la explotación infantil. Hace solamente unos días, apareció en prensa una noticia que decía que había sido desarticulada una red de explotación infantil en Galicia. Todos son parientes y miembros de seis familias de etnia gitana y origen rumano asentados en la comarca y presuntamente vinculados a una banda que captaba jóvenes de 13 y 14 años en Rumanía y las traía a Galicia bajo engaño. Les prometían a sus padres una boda por el rito gitano con sus vástagos en España a cambio de una pequeña dote por sus hijas a las que, una vez en la ría ferrolana, obligaban a ejercer la mendicidad un día sí y otro también delante de supermercados y cajeros de la comarca con sus niños a cuestas. 


Aunque este es un solo ejemplo, hoy en día se siguen viendo a muchos niños en las calles, realizando trabajos que poco tienen que ver con la escolarización, la inocencia propia de su edad, o las ganas de aprender jugando.

Este tipo de problemas, que normalmente afectan a las clases sociales más desfavorecidas, tiene que tener por parte de las administraciones públicas una responsabilidad mucho mayor, ya que no se puede tolerar que se juegue con la vida de estos pequeños, quitándoles los derechos más fundamentales para el beneficio de unos desalmados que no tienen ningún pudor, a la hora de explotarlos por un puñado de euros.

Otro de los motivos por los que en España estamos muy cerca del problema de la explotación infantil, es el consumismo desmesurado de productos de ciertas marcas que son fabricados en países tercermundistas donde se emplean como “trabajadores-esclavos” a menores, ya que son una mano de obra inagotable, barata y muy fácil de manejar. Hace unas décadas en España, existía este mismo problema, que sufrieron muchos de nuestros padres y nuestros abuelos. Ellos, por desgracia tuvieron que sufrir esto en sus propias carnes porque era una época de pobreza y miseria, como consecuencia de una de las peores guerras civiles ocurridas en Europa en el siglo XX; ahora, estos niños están trabajando en las mimas condiciones que nuestros ascendientes, para que nosotros podamos vestir ciertas marcas de ropa. Lo que antes era una explotación infantil por necesidad, hoy se ha convertido en lo mismo, pero por unos lujos.
 
 
 
Otro gran problema que hay con la explotación infantil, ocurre en la República democrática del Congo, donde existe un verdadero problema con la explotación del Coltán, un material empleado en la fabricación de aparatos electrónicos incluidos los teléfonos móviles (recomendamos visitar la web www.movilizateporlaselva.org), que está en ciertas minas en medio de la selva donde miles de niños mueren cada año por esta esclavitud que tiene como última finalidad, que todos nosotros podamos disfrutar de comodidades en esta era de las telecomunicaciones.

 

Por todo esto, desde Roots&Shoots Madrid, queremos hacer un ejercicio de autocrítica y responsabilidad, para intentar que las consecuencias de nuestros actos diarios, no se transformen en la esclavitud de tantos millones y millones de niños, tanto en el mundo, como en nuestro propio país, y que con pequeños actos como el reciclaje de un móvil, o la presión social a nuestros representantes políticos o a las grandes multinacionales del mundo de la moda, les haga establecer unas leyes más duras, y unas condiciones laborales en las que por el bien de unos pocos, tengamos que robar la infancia a unos pequeños, que en el futuro se convertirán en los adultos que poblarán nuestro planeta.

 


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